Desafíos del Seguro de Crédito y Caución en Latinoamérica

En el marco del 10mo Seminario Latinoamericano de Seguros y Reaseguros organizado por revista Mercado Asegurador los días 19 y 20 de abril de 2022, se desarrolló la mesa “Desafíos del Seguro de Crédito y Caución en Latinoamérica” con la participación de Gustavo Krieger, Presidente de Afianzadora Latinoamericana Compañía de Seguros S.A., y Juan Martín Devoto, Gerente General de Compañía de Seguros Insur S.A. El moderador de la mesa redonda fue Pedro Zournadjian, Director de la Revista Mercado Asegurador.

Pedro Zournadjian (PZ): Buen día, muchas gracias Gustavo y Juan Martín por acompañarnos en este evento con vuestra valiosa participación. Como uno de los puntos centrales de esta mesa gira alrededor de los efectos que ha tenido la pandemia en el desarrollo de los seguros de Crédito y Caución en los diferentes países de América Latina y en Argentina en particular comenzaremos presentando las diapositivas elaboradas por Latinoinsurance para ambos ramos en diferentes países Latinoamericanos en los últimos años (Ver Anexo). La idea es ver cómo han evolucionado las primas de estos ramos en los distintos países de América Latina y cómo ha impactado la pandemia en ellos. Vamos a ver también los resultados y los índices combinados.
La primera placa de Caución muestra cómo han evolucionado las primas en dólares. En la Argentina las primas de 2019 alcanzaron USD 147 millones de prima, en el 2020 USD 151 millones, y en el 2021 USD 178 millones. En 2020, el año más complicado, hubo un pequeño crecimiento. Al estar convertido los pesos a dólares, en Argentina, se ha tomado el tipo de cambio oficial y este a veces crece menos que la inflación. De hecho, esto es lo que ocurre continuamente en Argentina. Esto puede ocasionar que sin que se haya producido un crecimiento real de las primas, puede aparecer en las cifras en dólares como si efectivamente hubiese habido un crecimiento. En 2021 sí vemos una recuperación con respecto al 2020.
Es interesante observar el impacto en Brasil, en donde hubo también una devaluación, que además influye en los valores de las primas. De USD 720 millones en 2019 bajó a USD 588 en el 2020, uno luego esperaba una recuperación, y siguió bajando a USD 560 millones en 2021. Por otra parte, en un país como Ecuador, que maneja su moneda en dólares, allí no hay distorsión. En 2019 hubo USD 74 millones, y bajó a USD 66 millones en 2020 y en 2021 otra pequeña merma, USD 64 millones. Es decir, que la pandemia impacto en las primas.
Indudablemente, los seguros de Caución están muy vinculados con el desarrollo de la economía. Cuando la economía es floreciente, nuevamente hay más inversión. Cuando estamos en etapa de crisis, la inversión se retrae y los seguros de Caución también.
Le doy la palabra a Gustavo Krieger. Y luego, miramos los índices combinados (Ver Anexo).

Gustavo Krieger (GK): Los números de estas placas que preparó Latinoinsurance coinciden con los números que trabajo en mi compañía. En el caso de la caída de Brasil, quizás se debe a que la cartera de seguros de Fianzas de Brasil está dominada en un 80% en garantías judiciales. En el período de pandemia los tribunales estuvieron cerrados y prácticamente inactivos. Entonces la demanda de garantías judiciales cayó marcadamente. Yo diría que cada una de estas cifras puede ser explicada por una razón y todas son distintas. No podemos decir que es una pandemia, dentro de cada país hay pequeñas pandemias que han llevado a las cifras actuales. México ha logrado mantenerse con un sistema de fianzas muy parecido al sistema de fianzas estadounidense donde conviven las fianzas tradicionales con el seguro de Caución. Habría que ver si este índice es un índice combinado de estos dos o es simplemente las compañías de seguro de Caución. Sin duda produce tristeza, ver los efectos macro en la Argentina. La Argentina llegó a tener USD 400 millones y no hizo nada para tenerlos. Como tampoco ha hecho nada para tener ahora USD 170 millones. Muchas veces las políticas y devaluaciones han llegado a resultados como estos en donde ha caído la recaudación en un 50%.
PZ: Respecto de los índices combinados, tenemos el neto y el bruto. En 2019 el índice combinado bruto de Argentina fue de 96%, un valor alto teniendo en cuenta la siniestralidad de ese año, pero en 2020 bajó a 66% y en 2021 74%. ¿Qué reflexión te merece?
GK: Aquí hay dos comentarios para hacer. Quisiera retomar el tema en Brasil, por ejemplo, donde los juicios son muy largos, de diez años para adelante. Es decir, todo lo que fue emitido en los últimos años todavía no están corriendo el riesgo de un siniestro. Entonces, esa puede ser la razón por la cual este índice es más bajo. Todavía no ha llegado el tiempo de las ejecuciones. En el negocio de Caución y de Fianzas el período de maduración es de dos años. Pero en el caso de las garantías judiciales, y en el caso específico del mercado de Brasil, son diez o doce años. Es una realidad que probablemente comience a manifestarse dentro de unos años.
El índice de Argentina es muy bueno, porque la siniestralidad es muy buena. En Argentina, dentro de una economía cerrada en general, pandemia aparte, con una inflación que hace muy difícil proyectar costos, los siniestros se han mantenido entre el 12% y el 15% casi históricamente. Esto nos lleva a reflexionar sobre las situaciones macro, que no necesariamente inciden o afectan el negocio de Caución. Quizás sí afectan el negocio de Crédito, que es mucho más directo. Pero el negocio de Caución no ha variado ahora ni en la crisis del 2001, que fue tan grave como la de ahora. Nunca variaron los índices de siniestralidad. El mercado supo ocupar su modo de suscribir en la crisis. No existen suscriptores en Argentina que no tengan en cuenta el riesgo político en cada operación que analizan, y creo que este es un motivo que se refleja en los índices de siniestralidad, que son probablemente los más bajos de toda Latinoamérica.
PZ: Veo que los índices de Chile son muy altos, al igual que los de Colombia.
GK: No es el caso de Colombia, pero Chile es un país muy pequeño y con un mercado chico. Habría que ver cómo llegaron a ese número. En cambio, me llama la atención Colombia porque es uno de los mercados más profesionales en Fianzas. Pero vive un fenómeno parecido a lo que ocurre acá en Argentina. La Argentina tiene más de 60 compañías que operan en el ramo de Fianzas. Es el segundo país en América respecto de la cantidad de oferentes, el único que lo supera es EE.UU. Es decir, hay una oferta generosa que hace que los precios cambien y que los costos suban. Un fenómeno similar sucede en Colombia. Con un mercado más sano y con varias compañías profesionales muy buenas. Entonces esto se refleja en los números que vemos en la placa.
Es interesante el caso de México, que funcionaba por la Ley de Instituciones de Fianzas, por la cual no se contabilizaban los siniestros, porque se consideraba que al tener capacidad de recupero y garantías suficientes, se equiparaban el activo y el pasivo. Entonces nunca tenían una reserva de siniestros. Ahora, con el seguro de Caución que está funcionando sí lo deben hacer.
PZ: Veo que el índice combinado bruto de México es estable: 61 en 2019, 60 en 2020, 62 en 2021. Por otra parte es importante el crecimiento de Perú.
GK: Sí, pero Perú es un mercado que funciona con fianzas a primer requerimiento y fianzas solidarias. Entonces es un mercado que por las características de las fianzas se ha mantenido chico. Lo que uno tiene que considerar en los seguros de Caución es que nunca hay eventos inesperados. Uno tiene que apuntar a una excelencia en la suscripción y saber prever. Aparentemente lo están haciendo bien.
PZ: ¿Se observa que las fianzas a primer requerimiento están avanzando en el continente?
GK: Sí. Yo no tengo respaldo a primer requerimiento. En otras condiciones de las pólizas tal vez. Nosotros tenemos que tratar que los modelos de fianzas se alejen de lo aleatorio y se acerquen a lo previsible, a través de la suscripción y el análisis. Sin duda, las fianzas a primer requerimiento lo acercan a lo aleatorio.
A mí me tocó hace varios años participar en una mediación en Perú en donde el nuevo gobierno ejecutó a dos contratistas importantes porque era una fianza que no admitía la posibilidad de rechazo ni de análisis previo ni determinados procesos. Y ejecutó las dos fianzas pero no las cobró. Con las fianzas ejecutadas fue a ver a estos dos contratistas y les pidió una rebaja en el precio que le cobraba al Estado. Una suerte de presión inusual, pero que se la permitió el modelo de fianzas. Finalmente, una de las compañías decidió irse de Perú, de todos modos, y pagar la fianza y la otra, una compañía petrolera, negoció el precio.
PZ: ¿Cómo vislumbrás los próximos años en Argentina y en Latinoamérica?
GK: Acabo de volver de dar una charla en la exterior. Lo primero que tienen que hacer es evitar funcionarios como yo, porque nosotros utilizamos recetas viejas para solucionar problemas nuevos. Las utilizamos porque son las que nos dieron resultados en el pasado. Yo la primera reflexión que haría es que se necesita un nuevo management sub 40 indefectiblemente. Por otra parte, nosotros realizamos una encuesta previamente entre los brokers respecto de cuál era el aspecto que más les preocupaba después del precio y nosotros hicimos las modificaciones correspondientes en nuestra empresa. Lo que más les preocupa es la rapidez de las respuestas. Entonces, en función de esa demanda desarrollamos dos modelos, que yo propongo como modelos de futuro. El primero que inventamos fue achatar la pirámide de la toma de decisiones. El problema es que esto se convertía en un sistema de fácil imitación por los competidores. No nos daba una ventaja diferencial o estratégica. Entonces, finalmente terminamos desarrollando un modelo circular con el director general en el medio y células autónomas, que tienen una mayor capacidad de respuesta. Logramos reducir respuestas entre 7 y 8 horas, que aunque parece poco, dentro del negocio es muchísimo. Tanto para decir que sí como para decir que no.
Hablar del futuro en Argentina es hablar para mañana. Me gustaría hacer un enfoque más integral, Latinoamericano, donde pongamos también economías más estables. Yo creo que Latinoamérica es la universidad del seguro de fianzas. Muchas compañías europeas deberían mandar a sus funcionarios a Latinoamérica a aprender fianzas, porque es un continente que necesita obra pública y necesita mucha infraestructura. Es un continente que ha tenido saltos y una variedad de economías imprevisibles y los suscriptores se han adaptado a ese sistema. Han desarrollado casi un sexto sentido. Este modelo Latinoamericano ha crecido en calidad de suscripción y en variedad de productos. En cambio, en Europa hay una infraestructura hecha y el que maneja el escenario es el padre del seguro de Fianzas, que es el seguro de Crédito. Primero nació el seguro de Crédito y después nació el seguro de Caución como un efecto derrame.
El seguro de Crédito nació a través de Sanguinetti, que desarrolló una teoría de un cálculo actuarial para proteger el transporte marítimo, que era lo que se aseguraba originalmente, para las pérdidas en caso de que se hubiera parado la mercadería y no llegara.
El otro aspecto sobre el cual yo haría hincapié es en la tecnología de avanzada. La pandemia ha traído, dentro de ese halo de temor, beneficios enormes al seguro en general y al seguro de fianzas en particular. Pasó de tener una emisión virtual o electrónica del 20% del total de las pólizas a emitirse el 100% de manera electrónica, con todos los beneficios ambientales y la disminución de error. Hay muchas ventajas en la emisión virtual. Las oficinas ya no usan más papel.
Lo que yo propongo, como broche final, es que empecemos a romper el estereotipo que tenemos de las fianzas. Dejemos de pensar en lo que no se puede hacer, que es un criterio muy instalado. El tema de las garantías financieras, las garantías a primer requerimiento, las garantías a largo plazo, por ejemplo.
Les voy a contar un ejemplo muy interesante. Hace muchos años se hizo la represa de Yacyretá, un emprendimiento paraguayo-argentino donde se pedían garantías a primer requerimiento. Inmediatamente el cuadro reasegurador se opuso terminantemente, además era una garantía a diez o quince años, según lo que durara el proyecto del Yacyretá, que en la realidad duró 40 años.
Si uno analizaba cuál era el procedimiento inevitable en el caso de la represa de Yacyretá de primer requerimiento y de ejecución inmediata tenía muy poco. Primero, se tenían que reunir los ingenieros paraguayos y argentinos y determinar a través de un estudio técnico el desperfecto que tenía la obra. En segundo lugar, pasaban ese informe al departamento legal, el cual consideraba si estaban dadas las condiciones para la ejecución. Del departamento legal pasaban a los dos directores ejecutivos, uno paraguayo y otro argentino. De ahí, pasaba a las cancillerías, que eran finalmente las que determinaban si convenía o no políticamente ejecutar la garantía. Es decir, de primer requerimiento no tenía nada. Al contrario, tenía más procedimientos. Recuerdo una sola discusión en el caso Yacyretá que duró tres años y no llegó a nada porque fueron cambiando los gobiernos. Entonces, habría que ver si los primeros requerimientos tal vez no son casos cercanos al de Yacyretá que a los que yo nombré de Perú.
Las garantías financieras son muy interesantes. Es diferente la actitud del que reclama cuando uno tiene que entregar tubos o un edificio a cuando uno tiene que entregar dinero. Hay que empezar a explorarlas.
Como vos Pedro [Zournadjian] decías muy bien, así como vienen las garantías a primer requerimiento y las tenemos que aceptar. Lo peor que podemos hacer es ir contra la corriente, contra las necesidades y la modernidad. La modernidad indica que el seguro se va transformando por los usos, las costumbres y las necesidades.
Les cuento un último ejemplo sobre este hotel, el Buenos Aires Marriot (antes Panamericano). En el momento en que estaba en construcción, los ascensores no estaban. La empresa que construía los ascensores quebró. Como son unos ascensores especiales multivoltaje, y por eso no paran ni un centímetro más ni uno menos, tienen mucha precisión, son de alta tecnología, la única posibilidad que tenía el hotel era mandarlos a hacer nuevamente a otro productor. Pero tenían un período de elaboración de diez a doce meses porque son a medida. Para la constructora era imposible demorar la obra por tanto tiempo. El costo del lucro cesante era tan grande que no tenía ningún sentido cobrar el dinero. Si cobraban el dinero de las fianzas era para comprar en otro proveedor que iba a demorar diez o doce meses. Finalmente la compañía de fianzas que era la que había garantizado la entrega de los ascensores y que yo presidía en ese momento, decidimos terminar la obra nosotros. Y conseguimos todos los materiales, hasta el momento en que había que darles el toque fino que es el que logra que los ascensores paren exactamente en donde uno marca. Había una sola persona que hacía este trabajo y era muy difícil de ubicar. Finalmente lo localizamos. Tuvimos cuatro siniestros. Tres los solucionamos con esta persona y los ascensores funcionaron. El último siniestro fue el único que se pagó, porque la persona había conseguido otro trabajo en el que tenía derecho de exclusividad.
Pero si a la empresa constructora del hotel le hubiera dado lo mismo recibir el dinero que los ascensores, realmente hubiera sido un siniestro. Desde la garantía financiera pura, que son las de pagar, los mutuos, el negocio tomó otro matiz. Por eso, no digo que no hay que hacerlo, sino que hay que tomar otras precauciones. Hay que ver el negocio con un criterio más amplio y más moderno.
PZ: Hay que analizar muy a fondo el encuadre jurídico de la cobertura, porque como dice el dicho “el que se quema con leche, ve una vaca y llora”. Lo que ocurrió con las garantías financieras en la década del 60 y 70 fue catastrófico y fue lo que hizo que todo el mercado de Caución dejara de hacer garantías financieras. En Colombia fue un desastre y en otros países también.
GK: Hubo un caso emblemático que sucedió en el año 1957 en Venezuela, que se llamó la crisis de los avales venezolanos. Las garantías no solo garantizaban cualquier cosa sino que también eran a primer requerimiento, eran avales. Se produjo una devaluación del bolívar, eso produjo un efecto cascada, no se consiguió la financiación, siniestros de acá y de allá, especialmente en las construcciones privadas. Esto llevó a la quiebra de diez compañías de seguros y a un reasegurador.
Los que pudieron se quedaron con las obras, con el paso del tiempo, y con un poco de ayuda de la suerte, hicieron un muy buen negocio.
Es más, en el año 92 hubo una reunión en Barcelona donde se planteó un gran debate a raíz del año 57.
Es verdad, no es lo mismo dar dinero que entregar ascensores, pero el mercado cada vez tiende más a eso. El mercado tiende a ir a eso. No digo que el mercado se va a suicidar. Lo que digo es que hay que pensar las tendencias del negocio. En un principio el inicio parece muy tentador, los problemas vienen después.
PZ: ¿No es un negocio de los bancos?
GK: El negocio de Caución en casi todo el mundo es bancario, sobre todo en Europa. El 95% de las operaciones están en manos de los bancos y el 5% en compañías especialistas. Es más, hay países, como en el caso de Francia donde no es rentable. El tema es que los bancos suscriben a veces de una manera muy severa, que es guardándose los fondos de reserva en la garantía. Además los bancos no pueden hacer los avales abiertos, los tienen que hacer con una fecha de terminación. Muchas veces eso impide las financiaciones o refinanciaciones que son vitales. Es la única herramienta con la que uno se puede defender en una garantía financiera.
PZ: Muchas gracias, Gustavo. Vamos a darle la palabra a Juan Martín Devoto. Veamos las estadísticas de Crédito. Fíjense que hay muchos países en blanco porque no operan. Los países con mayores volumen de primas son, por su tamaño Brasil, y Chile también es otro de los países con este comportamiento. Sería bueno explicar por qué Chile tiene ese volumen de primas y los demás países no.

Juan Martín Devoto (JMD): Chile fue hasta hace algunos años el país con más penetración en seguro de Crédito en Latinoamérica, ahora superado por Brasil. El desarrollo en Chile viene de la década del 90. Se hizo un muy buen trabajo y la penetración del seguro en las empresas es muy grande. En Chile uno ya no sabe a dónde más ir, comparado con el mercado argentino o brasilero, en el cual hay tanto por hacer. Si le impusiésemos la misma lógica de trabajo que tuvimos en su momento, Argentina y Brasil deberían estar en el doble o el triple de primaje del que vemos ahora. El mercado de Crédito es un mercado siniestroso, tiene un nivel de siniestros por encima del 100%.
En Argentina lo importante es cuidar al cliente. Yo entiendo lo que se espera del seguro, uno dice “voy a cubrir mis cuentas por cobrar y si no me pagan, quiero la plata y me dedico a otra cosa”. Pero en Argentina son muy importantes los clientes. Frente a un inconveniente vos pensás de qué manera le podes dar una alternativa. Ahí es donde se producen las divisiones en los distintos mercados. Muy operativo en Chile, difícil de buscarle la vuelta en cuanto a un siniestro. A diferencia de lo que pasa en Argentina, donde si bien se pagan siniestros y si bien se da esta dinámica propia del seguro de Crédito, hay otro diálogo.
Ha crecido mucho Colombia, y ha estado junto con Argentina en el cuarto o quinto lugar. Brasil, México y Chile son los países que han liderado el seguro de Crédito en América Latina.
PZ: En cuanto a los tipos de cobertura de Crédito, en Argentina, ¿cuál es su participacion?
JMD: Tenés un 85% de crédito doméstico, 15% de crédito a la exportación, aunque depende de cada una de las compañías. Ha habido períodos en los cuales las exportaciones han ido más rápido, pero no hemos tenido un estado equilibrante, como podría ser 60%, 40%. El doméstico cuando el seguro de Crédito arranca en un país tiende a acelerar ese crecimiento. Y, lamentablemente en Argentina, por citar un caso, que siempre estamos con intenciones de crecer en exportaciones, nunca se consolida. El gobierno suele hacer declaraciones diciendo que hay que exportar al mundo, y queda en medio de acciones y ese 15% no podemos llevarlo a un 20 o 25%. Países como Chile que tienen una cancillería que sí funciona en ese sentido, en el proyecto ProChile para exportar al mundo, han encontrado en el seguro de Crédito una herramienta vital. Haciendo un poco de historia, lo que dice Gustavo, cuando los países después de la Segunda Guerra Mundial necesitaron exportar, los gobiernos salieron a apoyar. Entonces, ahí los gobiernos aparecieron. Aquí en Argentina hay mucha intención de exportar, pero hay problemas para completar los envíos, me cierran la acreditación, tengo que pagar, no puedo pagar, entonces, se le hace difícil al exportador. Estas son las razones por las cuales no crece el seguro de Crédito en Argentina. Esos problemas en Brasil, Chile y en México no ocurren.
GK: Disculpame, Juan Martín, te interrumpo un momento. Para que tengan una idea exacta de esto que está comentando. Argentina negocia con países que representan el 19% del PBI mundial. Chile, que es con el país que nos estamos comparando, negocia con el 92% del PBI mundial. Sus clientes, alrededor del mundo, representan el 92%, los clientes de la Argentina, el 19%.
JMD: Y seguramente en Brasil hay un porcentaje mayor aun..
PZ: La siniestralidad en Argentina es muy baja.
JMD: Si uno ve los índices de 2019 y de 2020-2021, uno pensaba que iba a ser catastrófico. Cuando en marzo 2020 estaban cerrándose todas las fronteras, desde China hasta el resto del mundo, que uno no sabía qué es lo que iba a pasar. Y se da una circunstancia de pensar cómo lo manejan los distintos países. Y se dio la particularidad que mundialmente todos los vaticinios sobre siniestralidad no se confirmaron. Tanto los brokers y los reaseguradores estaban preocupados por saber si les cubría o no la pandemia. Se cortaron los transportes de tal lugar a otro, no está llegando la materia prima, me cancelaron un contrato. Entonces, se pensaba que iba a haber una siniestralidad enorme. A raíz de esa circunstancia y ese miedo, los gobiernos mayormente en Europa, en menor medida en EE.UU., en Latinoamérica lamentablemente no tanto, salieron a respaldar a las empresas con paquetes de dinero. No tanto para dotar a las compañías de liquidez, sino también para cubrir a los reaseguradores. Es decir, que a partir de cierto nivel de siniestralidad se encargaban los gobiernos. Se les aseguraba tranquilidad. ¿Por qué no hubo tanta siniestralidad? Porque le afectó a todo el mundo.
Cuando hablamos de cada uno de los mercados, hablamos de los distintos microclimas que presenta Gustavo [Krieger]. En algún punto, lo que pasa en un mercado no pasa en otro, acá hay mucha siniestralidad, acá no tanta. Lo que pasó con la pandemia a nivel mundial es que generó que no se haya confirmado la siniestralidad vaticinada, ni en el 2020 ni en el 2021. En 2021 uno pensaba que lo acumulado en este aislamiento iba a impactar. Hoy nos olvidamos, pero hasta hace 15 días atrás estábamos todos con barbijo. Y hoy, sin embargo, parece que el Covid ya no existe, parecería que quedó atrás. Parecería que es como el verano, que ya pasó, y ahora estamos en abril y el Covid ya no existe. ¿Ustedes saben cuántos infectados por Covid hubo a nivel mundial? 500 milllones de personas, ¿cuántas muertes? Alrededor de 6 millones 200 mil. ¿Hoy cuántas personas han sido vacunadas a nivel mundial? Alrededor 450 mil millones de personas. Fue un evento de magnitud mundial. Por eso, uno pensaba que la siniestralidad iba a ser proporcional en el seguro de Crédito, y sin embargo, hubo la siniestralidad más baja de los últimos veinte años. Esto desconcierta a las aseguradoras y reaseguradoras, que tuvieron el año pasado 15% o 20% de siniestralidad. Hubo trimestres en que hubo siniestralidad negativa. Pensamos que tal vez esto vaya a estallar en algún momento, pero por el momento, y veremos en el futuro, cada mercado se va acomodando.
Si uno ve lo que pasó con el Covid, no deja de ser una pandemia. Luego, sobre llovido, mojado. Para armar esta conferencia, uno consulta informes, datos certeros. Si nos retrotraemos, por ejemplo, a qué se decía en octubre del 2021, se expresaba que en el 2022 iba a haber una recuperación de la economía y que los países iban a estar preocupados por la inflación, que es otra pandemia, el siguiente tema después del Covid.
Ahora tenemos la guerra entre Ucrania y Rusia. Son países que impactan a todos: alimentos, energía. Y en esta circunstancia, dos modelos, occidental, oriental, lo que derivó en un agrupamiento de países en Occidente. Es un escenario que también plantea incertidumbres.
¿Qué pasó con un hecho concreto que puede impactar el seguro de Crédito? La baja de la ayuda de los paquetes de dinero de los gobiernos. Eso es un hecho concreto que impacta fuertemente para las compañías. ¿Qué va a pasar? Empresas zombies, que están sobreviviendo y que es una cuestión de tiempo para que caigan. Y que deberían haber caído antes y por eso la siniestralidad es baja. ¿Y qué va a pasar? Se va a dar el funcionamiento normal de la economía, en donde hay empresas que cuando no funcionan bien, caen. Además están las empresas de los Estados, que no están reactivando porque son lentos. Entonces vos tenés tres grupos de empresas que deberían impactar en los próximos doce, dieciocho meses.
PZ: Está Ecuador con un índice bastante alto también.
JMD: Depende del primaje. Puede ser que se tenga un nivel alto de siniestralidad porque quizás el primaje no es suficiente para soportar siniestros de mediana talla.
Tenemos el caso de Argentina, hoy un siniestro de USD 10 millones, no te da vuelta un índice. Ahora, en un mercado de USD 7 millones de dólares, un siniestro de USD 10 millones es mucho.
Uno tiene que empezar a mirar: tenemos el Covid, la guerra que genera desabastecimiento, problemas de logística, de intercambio. Se afecta la previsibilidad, eso es lo más dificultoso. El suscriptor en Argentina está acostumbrado a impactos políticos pero esto ya lo sobrepasa, es un problema de otra índole.
Les cuento una anécdota. Yo tengo 3 hijos chicos y los cuida una babysitter que tiene 18 años, y cuando le pregunté qué iba a estudiar, me dice Marketing. Entonces le digo que ella tiene una ventaja que no tiene mucha gente más grande que vos: una pandemia y una guerra, que te habilita a pensar dónde y cómo querés estar en el futuro. Han sucedido dos hechos muy significativos: una guerra fuerte impactando Europa después de la Segunda Guerra Mundial y la pandemia, que todavía no ha terminado, que queremos que termine por los efectos que ha producido física y emocionalmente, pero no ha terminado.
Para concluir el tema de los desafíos, uno ve mapas de riesgos que aparecen cada tres meses. Y los colores, hace un año, eran muy parecidos. Hoy la dinámica es distinta, hay incertidumbre en Europa. Las personas están tratando de consumir menos gas, y vienen de años de dependencia de un producto básico como es el gas. Los países tienen que reestructurar su biopolítica dentro de un mundo cambiante.
Dentro de lo que es la gestión de riesgo, lo que yo suelo hacer es consultar informes, por ejemplo de Eurasia, que se dedica a riesgos políticos, y allí se van planteando los desafíos para el futuro. Aparecen desórdenes institucionales, complejidades en las legislaciones, problemas macroeconómicos. Si ustedes me preguntan qué hay que mirar, hay que mirar esos índices. Hace cinco o seis años nadie le prestaba atención al problema de ciberseguridad y hoy aparece en el primer escalón. En Latinoamérica, en cada uno de los países estamos viendo reclamos de la sociedad. Hay que hablar de la agenda de los próximos cuatro o cinco años, qué están viendo los países centrales. Uno de los índices que empiezan a aparecer tienen que ver con la tecnopolar, que implica la tecnología, cómo se inclinan los pensamientos por el uso de las tecnologías, como en el caso de las fake news. Cómo se polarizan las sociedades en un abrir y cerrar de ojos y cómo eso puede impactar. En Chile en 2019 hubo una revuelta, que terminó con una enorme cantidad de siniestros, un cambio de gobierno y una posibilidad de cambio de una constitución en dos años. Yo estuve en Chile en un momento y en tres meses empezaron las revueltas que parecían impensadas tres meses atrás. Prestar atención en lo que están reclamando las personas porque esto impacta en las decisiones de los gobiernos y en las empresas. ¿Cuáles son los desafíos? Estar atentos a la situación actual en todos los ámbitos, hablar de todo, ya los balances no alcanzan. Hay que ponerse creativos. Y en esto disiento con Gustavo [Krieger]: sub 40 tienen muchas ganas de hacer muchas cosas, pero sub 60 y 70 también tienen mucho que aportar. Es una combinación. Hay problemas que también se reiteran y también hay mentalidades nuevas. La siniestralidad en el seguro de Crédito esperada no ha sido tal, entonces hay que pensar en qué va a pasar en los próximos doce meses.
PZ: Muchas gracias a todos.