Caución: Atentos a la Rentabilidad del Negocio

En Argentina, las medidas de austeridad han impulsado al gobierno de Javier Milei a poner un freno al financiamiento de obras públicas a nivel nacional. Ello tiene un impacto directo en el negocio de Fianzas, ya que dicha línea representa alrededor de un tercio de las operaciones de muchas aseguradoras. ¿Cómo impulsar otras líneas y sostener la rentabilidad?

Los directores de Fianzas y Crédito, Santiago Seigneur y Agustín Gimenez, una de las aseguradoras líderes del ramo y de larga trayectoria, hicieron referencia a la compleja coyuntura macroeconómica que Argentina atraviesa, y su efecto en el ramo Caución: “Los recortes fiscales en diferentes áreas, entre ellas la obra pública, tienen un impacto directo en las empresas y en el consumo de este tipo de garantías.

Creemos que son meses de crucial importancia. Tanto las personas como las empresas van a tener que hacer un gran esfuerzo, hasta tanto el programa económico logre equilibrar la macro y se consiga un marco adecuado para que las inversiones y el crecimiento económico empiecen a materializarse.

Mientras tanto, las compañías especialistas como nosotros debemos procurar acompañar a nuestros PAS y clientes, y hacer un gran foco en la siniestralidad y la cobranza para resguardar los resultados de nuestro negocio”.

La lectura de Mariano Nimo, Gerente General de Afianzadora Latinoamericana, fue similar en cuanto a la situación económica. Además, sumó: “La situación del ramo de seguros de Caución en Argentina se encuentra en un normal estado de paralización parcial, esperando que la nueva administración defina prioridades en el acotado presupuesto nacional. Asimismo, un amplio abanico de desregulaciones promovidas por el aún vigente Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 genera cierta expectativa en la inversión privada, lo que posiciona al nicho como el de mayor posibilidades de demanda agregada en el corto plazo”.

La ronda continuó con Gonzalo Córdoba y Sebastián Guerrero, Presidente y Vicepresidente de Crédito y Caución, respectivamente. Los directivos aseguraron que la crisis está afectando a todas las industrias: “Durante enero y febrero tuvimos una leve inercia de los negocios desarrollados durante 2023”, comentaron.

En vista de la disminución en los niveles de actividad de los principales pilares productivos, estimaron que la recesión iniciada en marzo continuará hasta junio, aproximadamente: “Sin embargo, van a surgir algunas oportunidades de negocios, principalmente en determinados recursos como el gas, el petróleo, el litio.

Otra acción a tener en cuenta para nuestro mercado es la industria automotriz, cuando se puedan reactivar las operaciones de importación y exportación, lo que generará mayor movimiento en las garantías aduaneras.

Además, la demanda de los seguros de alquiler para vivienda creció consistentemente. Hay una aceptación creciente por parte del mercado inmobiliario a elegir este producto para sus contratos, dada la existencia de una demanda insatisfecha”.

En ese sentido, Gustavo Güereña, Gerente de Caución de Allianz Argentina, remarcó las consecuencias negativas de que existan muchos operadores para un negocio que no crece en forma genuina. Al respecto, consideró que dicha situación: “Termina influyendo en la presión sobre las tasas que se cobran a los tomadores, producto de la canibalización entre compañías y brokers.Este no es un fenómeno nuevo, pero se viene agravando con el correr del tiempo”.

Además, calificó de desmedido el aumento en el pago de comisiones. Güereña consideró que estos factores expuestos anteriormente no se condicen con el resultado técnico del ramo: “Hoy se observa que el ramo ha crecido. Desde hace bastante tiempo, Caución no trabaja con una tarifa técnica, a consecuencia de lo que venimos describiendo. La tarifa está en los pisos históricos”.

En este punto intervino Juan Martín Devoto, Gerente General de INSUR. Sobre el tema comentó: “El ramo venía recuperándose y había expectativas por el cambio de gobierno, pero las novedades sobre la disminución de la obra pública para este nuevo período pegó en las proyecciones de los presupuestos. No obstante, visualizamos una mayor actividad privada de obras y suministros, sin compensar aún la actividad pública.

Las compañías deberán estar más atentas a los balances de las empresas porque muchos vienen debilitados. También, ser exigentes al momento de la suscripción. Hay muchas compañías y sobrecapacidad”.

Continuó Mariano Cuffia, Presidente de Alba Caución, quien retomó el problema de la rentabilidad en relación a la cantidad de operadores y afirmó: “En los últimos años, el ramo se ha visto inmerso en un continuo crecimiento de los volúmenes de prima en moneda local, no siempre en dólares, lo que fue acompañado de un ingreso de aseguradoras interesadas en participar de este crecimiento.

Este incremento de jugadores afecta la rentabilidad del mercado, modificando dos de sus variables más importantes, reduciendo la tasa de prima y aumentando las comisiones. Además, no se pueden dejar de considerar otras cuestiones, como la permeabilidad a un análisis de riesgo menos estricto o el movimiento del personal entre las distintas compañías. En conclusión, no estamos en el mejor momento, pero el sistema tiene margen y capacidad para sostenerse y crecer”, argumentó.

Alejandro Vega Cigoj, Head of Comercial Insurance en Zurich, sostuvo el optimismo de su colega y remarcó que, a pesar de las dificultades, el área de Caución de Zurich busca garantizar el cumplimiento de los compromisos asumidos por nuestros clientes. Para ello, se sirve de un equipo profesional y una gama de productos desarrollados específicamente para las necesidades de sus clientes. El especialista concluyó: “La oferta de compañías que trabajan el ramo es bastante elevada, varias con grandes capacidades de reaseguro externo. En el caso de Zurich, nuestra estrategia es continuar creciendo en este ramo con capacidad propia, fieles a nuestro compromiso de largo plazo en el país”.

Contexto Económico
A continuación, los especialistas profundizaron en el impacto que tiene la situación económica en el nicho de Caución. En ese sentido, Nimo detalló: “Hemos notado una retracción de la operación (cantidad de pólizas) de al menos un 32%, producto del histórico, ajuste realizado por el nuevo gobierno, que ya ostenta un superávit primario en el primer trimestre del 2024.

Este repliegue de gastos del Estado se condice con una fuerte estanflación (recesión + inflación), donde el objetivo apunta a alejar al país de la hiperinflación, sin medir costo económico ni social. El impacto es fuerte, pero el orden fiscal y de la macroeconomía son fundamentales para generar condiciones razonables de algún repunte para los últimos meses del año”, determinó.

A su vez, desde Crédito y Caución reflexionaron: “Venimos de años atravesados por una retracción económica y una alta inflación, cuestiones que contribuyeron a que nuestro ramo se vea afectado.

Con la gestión actual se abre un nuevo horizonte y estamos preparados para revertir estos años complicados. La reestructuración del Estado va a repercutir en la obra pública, que bajó considerablemente, pero continúan desarrollándose algunas obras de gran envergadura. En esas estamos participando.

En contraposición, en el segmento retail, los seguros de alquiler para vivienda vienen creciendo paulatinamente tras la derogación de la ley de alquileres. Nuestra política comercial para 2024 tiene como objetivo realizar visitas periódicas a los productores, con el fin de ampliar el conocimiento de la cartera y poder prestar un servicio de excelencia para los negocios de nuestros clientes”.

Por su parte, Devoto mostró una perspectiva moderada: “Hay mucha preocupación y esto genera incomodidad frente a un nuevo desafío de traccionar de esta manera”, comentó.

Y afirmó: “Este primer semestre será más difícil en cuanto a la cantidad de negocios. Los equipos comerciales deberán aprovechar cada oportunidad, pero también ser más estrictos, viajar más y estar cerca de los tomadores”.

En la misma línea, Cuffia remarcó: “Este es un año de desafíos, que vendrán de la mano de una economía que se está retrayendo. La falta de horizonte en parte está dada por el Decreto 70/2023 y la llamada Ley Ómnibus, que son el puntapié de muchas de las reformas que propone el gobierno. Según la definición que tengan, las arcas de las provincias se verán afectadas de una forma u otra y, en consecuencia, el nivel de gasto e inversión. La situación de ‘parate’ trae aparejada la ansiedad de las empresas que intentan proyectar en un panorama todavía bastante incierto.

Las modificaciones ya aplicadas en ciertas regulaciones y el cambio de modelo que el Gobierno propone seguramente provocarán la desaparición de algunos productos de caución, pero también la aparición de otros nuevos. Sin duda, el gran desafío será estar muy atentos al entorno y ser flexibles como organización, para poder aprovechar todas las oportunidades que seamos capaces de vislumbrar”.

Por su parte, Vega Cigoj compartió: “Si bien, como es de público conocimiento, estamos atravesando un contexto de ajuste de variables macroeconómicas y una casi paralización de la obra pública, no vemos impactado directamente el desarrollo de nuestros negocios, ya que nuestro foco de crecimiento está puesto en empresas privadas. Estas corporaciones suelen requerir soluciones a medida, además de ser más exigentes y evaluar muy bien a su compañía aseguradora antes de recibir una garantía. Tenemos muy buenas expectativas con los negocios que vendrán y estamos preparados para acompañar a quienes lo necesiten”.

Por último, desde Fianzas y Crédito analizaron: “El seguro de Caución es un ramo muy cíclico, con lo cual los vaivenes económicos tienen un impacto directo en él, a diferencia de lo que pasa en los seguros Patrimoniales.

En los primeros meses del año, observamos una merma en las garantías vinculadas con obra pública y en las aduaneras, producto del recorte y de las restricciones cambiarias existentes. Aún así, entendemos que es una situación coyuntural y debería reactivarse en un futuro, ya que hay muchas obras e inversiones por realizarse en áreas clave de la economía, tales como la energía y la minería.

Asimismo, en escenarios de recorte del gasto público como el actual, empiezan a aparecer grandes oportunidades de inversión para capitales privados, especialmente en un país con recursos naturales y humanos como el nuestro. Para allanar este camino, primero debe estabilizarse la macro y lograr los consensos políticos básicos”.

Siniestralidad
A partir de lo analizado anteriormente, los especialistas abordaron la situación en que se encuentran los niveles de siniestralidad. Coincidieron en que la tendencia de los últimos tiempos ha sido una siniestralidad baja y valores constantes, situación que, en general, se sigue manteniendo.

Guereña abrió el diálogo compartiendo: “En nuestro caso, tuvimos una situación muy difícil. La siniestralidad era muy buena el año pasado, un 3%. Ha sido prácticamente inexistente. Suele pasar que alguna compañía, una vez por año, tiene algún siniestro importante. Nosotros venimos trabajando en forma muy coherente y no tenemos problemas en ese sentido”.

Sin embargo, apuntó a la incertidumbre existente en el sector frente a las posibles definiciones del nuevo Gobierno. Al respecto, dijo: “La incógnita que se presenta es el caso de que el Gobierno pierda la póliza. O que el Gobierno persista en todo este tema de llevar adelante auditorías y demás. Nos preguntamos sobre el análisis de situación de contratos que se encuentran con cumplimiento irregular y cómo va a actuar el Estado frente a eso en cuanto a la ejecución de las garantías. Creo que hay cierto temor en algunos operadores del mercado con relación a lo que pueda pasar”.

Cuffia presentó una situación similar. El ejecutivo contó: “Si bien la compañía se mantenía en línea con la tendencia del mercado, que es una baja tasa de siniestralidad en los últimos años, recientemente los reclamos se están haciendo notar, con un incremento de los casos para el segundo trimestre de este año.

La aceleración de la siniestralidad estará dada en función de la posibilidad de las empresas de hacer frente a sus obligaciones y de la capacidad de la contraparte para ser más laxos con los posibles incumplimientos, en pos de que las controversias se solucionen con el menor daño posible”.

Por su parte, Seigneur y Giménez afirmaron que la siniestralidad se mantiene en los márgenes estables históricos: “Después de la pandemia hubo un leve repunte de los reclamos, producto mayormente de la paralización de la actividad económica y administrativa durante los dos años anteriores. Ahora vemos una estabilización de estos.

Es importante resaltar que el nuestro es un mercado condicional. Previo a ejecutar una garantía, se deben observar ciertos requisitos formales, y ello ayuda a encontrar una solución conciliadora entre las partes ante un incumplimiento, en especial ante situaciones excepcionales. Es decir, es un mercado con litigiosidad muy baja y donde el instrumento sigue mostrando su eficacia a la hora de responder ante los asegurados”, sostuvieron. Nimo se mostró de acuerdo con su colega: La siniestralidad se encuentra sin grandes novedades, con ratios muy por debajo de la realidad latinoamericana. Hay alguna mayor frecuencia en asegurados privados y anticipos financieros, que no termina siendo representativa en los valores finales. Argentina, a pesar de la situación económica general, sigue siendo un mercado bien administrado en lo que respecta a la siniestralidad”.

A este análisis, Vega Cigoj agregó: “Caución es una línea que apunta a no tener pérdidas, si se realiza un correcto análisis de los clientes y sus contratos. Nosotros siempre trabajamos en conjunto con nuestros clientes para que se pueda velar por el buen cumplimiento de sus obligaciones en tiempo y forma. Por ello, en línea con lo ocurrido en períodos anteriores, y en base a nuestra estrategia de suscripción, no tenemos perspectivas de que el resultado de la línea vaya a cambiar a futuro. Confiamos en nuestros clientes y en los análisis de riesgos que realizamos día a día, y tenemos una estructura de negocio que nos permite avalar nuestras decisiones”.

Por su parte, Devoto advirtió que esta estabilidad podría cambiar si no se produce un cambio positivo en las expectativas respecto a la construcción y consumo, que suelen traccionar las cauciones. Finalmente, desde Crédito y Caución resaltaron: “En nuestro caso, trabajamos con brokers y productores asesores de seguros (PAS) que son de nuestra total confianza y que nos acercan referencias de primera mano de los clientes. A ello se suma que nuestra estrategia comercial contempla el colocar gran atención a la suscripción de cada negocio, tal como venimos haciendo desde nuestros inicios. La razón radica principalmente en poseer una cartera sana y sostenible en el tiempo, que nos permita brindar un servicio de excelencia y responder a los requerimientos más exigentes”.

Obra Pública
El siguiente factor puesto en debate fue la casi paralización de la obra pública, y su relación con el ramo de Caución. Desde Fianzas y Crédito observaron: “La obra pública se vio afectada por los recortes presupuestarios. Las empresas constructoras están realizando gestiones para poder cobrar los certificados de obras en curso, y tratando de proteger sus activos de la mejor forma. Ya sea mediante financiamiento público o privado, aún hay muchas obras pendientes en áreas claves como salud, transporte, educación y energía, por lo que una vez superada esta situación crítica, la obra pública debería reactivarse”.

Nimo previó que el estancamiento de la obra pública continuará a lo largo del año, debido a la decisión de ajustar al mínimo las erogaciones nacionales para este nicho, que resulta fundamental para el seguro de Caución. Y amplió: “Con algo más del 20% de las primas totales, se espera que sólo un puñado de proyectos continúe con ese formato, esperando el regreso de la modalidad mixta, donde el tomador también deberá ofrecer el financiamiento. La situación va a incidir en el corto plazo, pero otras modalidades podrán suplir este impacto que ya se siente”.

A su vez, los Directores de Crédito y Caución nos informaron: “Las proyecciones indican que para este año su representatividad sobre el PBI rondaría el 0,3% (2024), a razón de los ajustes que está haciendo el Gobierno. Sin embargo, aquellas obras del sector energético, por ejemplo, que no son muchas, pero sí importantes por su envergadura, continúan desarrollándose. Asimismo, tenemos la esperanza de que se impulse el crédito privado para financiar proyectos con esquemas mixtos (público-privado)”. Los ejecutivos expresaron su deseo de que esta opción o aquella que surja de la autonomía de los Estados provinciales favorezcan el movimiento en relación con este segmento.

El siguiente en tomar la palabra fue Güereña, quien manifestó que la pausa en la obra pública se ha dado en todos los niveles: nacional, provincial y municipal: “Esto, indudablemente, va a afectar de manera importante a muchos operadores. Algunas obras se finalizan, pero son casos aislados. Hace unos 10 años, desde Allianz tomamos la decisión estratégica de disminuir nuestra injerencia en el negocio de obra pública producto de la comoditización que sufrió este negocio.

El negocio de obra pública ya desde hace muchos años está muy comoditizado en Caución. Se han reducido las tasas en extremo y las empresas constructoras tienen políticas con muy mala performance en cuanto al pago de las primas. Esta decisión lleva a que la situación actual nos afecte en menor medida”.

El diálogo continuó con Devoto, quien observó: “La falta de velocidad obedece a que no hay nuevas licitaciones y solamente se concretan redeterminaciones de precios. Hay mucha necesidad no satisfecha en todos los ámbitos de la administración: nacional, provincial y municipal. Quizás el nuevo paradigma será la mayor injerencia de los privados a través de inversiones. Pero aún estamos lejos de ese escenario y los bancos se deberían adaptar como ejes de financiación y cumplir ese rol que han dejado de lado los últimos tiempos”, consideró.

De acuerdo con su colega, Cuffia afirmó que la falta de inversión tanto nacional como provincial causa un prejuicio en toda la cadena de valor: “Como todos sabemos, el efecto multiplicador de la construcción es de los más altos y hoy afecta a los rubros más variados. Las obras más significativas o estratégicas están en proceso de renegociación y en el mejor de los casos de redeterminación de precios, lo que trae cierto alivio al sector de la construcción. Sin embargo, nuestra dispersión geográfica nos arroja conclusiones que tienen diferentes matices. Estamos expectantes de la evolución y resultado de los formatos público-privado propuestos por el actual Gobierno”, concluyó.

Líneas de Negocio
¿Cuáles son las líneas de negocio que presentan mayor dinamismo, a pesar del contexto? Vega Cigoj identificó: “De las actividades que se encuentran en alza y con un alto requerimiento de garantías contractuales y aduaneras podemos destacar grandes proyectos de inversión en minería y energía, con foco en energías renovables que están tomando cada vez mayor relevancia en nuestro país.

Asimismo, el Agro es un sector preponderante y destacado dentro de la economía de nuestro país, y estamos preparados para acompañar a las empresas de este sector a concretar todos sus objetivos”. En ese sentido, Devoto sostuvo: “La normalización del intercambio comercial va a potenciar las garantías aduaneras. Deberíamos volver a los niveles del 2010, donde este sector generaba el 50% de los ingresos. Las cauciones judiciales así como los alquileres van a generar una cuota mayor de participación”

A esto, Nimo agregó la industria del conocimiento, y continuó: “Sin duda, tanto las garantías contractuales entre privados como las aduaneras de escala, ganan terreno en estos primeros meses del año.

Los alquileres, apenas decretado el DNU, parecen regresar con fuerza en un mercado que parecía casi extinto solo unos meses atrás por la falta de oferta. Finalmente, las judiciales siguen creciendo lentamente al calor de la aceptación de los juzgados, los cuales entienden que sumar un nuevo acreedor es un buen negocio para cualquiera”.

A su vez, Seigneur y Gimenez observaron: “Las garantías aduaneras, que históricamente ocuparon un share importante de las carteras, en la actualidad están un poco más ‘desinfladas’ debido a las restricciones existentes. Sin embargo, es un sector que se va a dinamizar con el crecimiento económico y una vez levantadas las trabas a la importación. Las garantías judiciales ocupan un share menor en las carteras, y en muchos casos es más un servicio que se le da a los clientes activos para poder acompañarlos ante una situación judicial puntual. No vemos un incremento puntual de la litigiosidad.

En cambio, notamos un mayor dinamismo en las garantías de alquiler, producto de la suspensión de la ley de alquileres. Si bien la situación legal actual es incierta, vemos una mayor oferta por parte de los propietarios, y mayores consultas y pedidos por parte de los inquilinos”.

Desde Crédito y Caución compartieron las consideraciones de sus colegas en cuanto a los alquileres, y afirmaron: “Tanto inquilinos como dueños utilizan los seguros de alquiler para contrarrestar las garantías propietarias que son de difícil acceso, selectivas en su aprobación y complejas en su ejecución. Esta realidad hace que este producto sea una solución excelente a la hora de alquilar un inmueble.

Por otro lado, este producto puede tener una incidencia importante sobre la prima de los PAS dado el contexto inflacionario y el incremento de los montos de alquiler.

Asimismo, el Gobierno apunta a la libre comercialización en materia de comercio exterior. En este sentido, es probable que aumenten las importaciones, por ejemplo en el agro, luego de la gran sequía, se esperan números récord con importaciones temporales relacionadas con la soja”.

Posteriormente, sobre el tema, Güereña comentó: “El mercado está muy emparentado. Y nuestro país, ya desde el último trimestre del año pasado, entró en una etapa de recesión. Esto afecta en forma directa al nivel de actividad de las distintas líneas de Caución. Los puntos esenciales son los servicios, tanto públicos como privados. Esto se debe a que el Estado tiene que seguir contratando servicios para funcionar. Lo mismo le pasa a los privados. La Aduana se ha visto disminuida, pero tiende a mantenerse en el tiempo.

En cuanto a las fianzas voluntarias entre privados, estos tienden a elegir las compañías aseguradoras con las cuales operar, y no hay una apertura total a cualquier compañía que tenga la licencia. Aun así, tenemos bastante movimiento en lo que es obra privada y servicio privado, más que lo público.

E l mayor dinamismo en el área se da en los productos tradicionales: la ejecución de contrato, el anticipo, el anticipo por acopio. Con el movimiento del dólar, el tema de los acopios ha sido una póliza que fue muy utilizada”.

Por último, Cuffia reflexionó: “Los últimos cambios normativos nos obligaron a reformular ciertos productos. El ejemplo más claro es el seguro de Alquiler Familiar, donde los contratos son acordados entre partes, basados en el Código Civil y Comercial, y la particularidad de que los plazos se pactan libremente al igual que la periodicidad de los ajustes y la moneda.

En el caso del Seguro de Actividad o Profesión, que en general es exigido para actividades reguladas por el Estado, en ciertos sectores ya no es exigible. Por lo tanto estos cambios son útiles para dinamizar y repensar los productos.

Finalmente, en momentos como estos, donde la conflictividad es mayor, el foco está puesto por ejemplo en las Garantías Judiciales, ya que la demanda de este tipo de seguros se incrementa.

También estamos a la espera de la reactivación de la economía durante el segundo semestre, donde el seguro aduanero deberá tener un mayor movimiento en función de la liberación de determinadas restricciones para la importación bajo el supuesto de un ordenamiento de las cuentas públicas”, concluyó.

Aníbal Cejas