En un contexto de economía complicada con altos niveles de inflación que no ceden, más la incertidumbre cambiaria acosada por los precios de los insumos importados, los seguros de Automóviles -uno de los temas centrales de esta edición junto con los Motovehículos y la movilidad sustentable, que incluye bicicletas, monopatines electrónicos, entre otros- han manifestado cierto estancamiento en el volumen de primas. Esto se debe al bajo nivel de producción y venta de nuevos vehículos, y a una marcada competencia por precio en algunos segmentos con coberturas muy similares, donde la oferta de seguros para Automotores se distingue más por servicio que por el producto en sí mismo.
La siniestralidad en Automotores y Motovehículos sigue en aumento, mientras que el parque de motos estimado en más de 7 millones de unidades sigue creciendo, pero solo 2 millones cuenta con seguro. Las trabas a la importación de autopartes complican las reparaciones y aumentan substancialmente los robos, sobre todo de ruedas mientras continúan los inconvenientes con el servicio de asistencia de remolque y mecánica. Todo este combo aumenta la insuficiencia de prima y no detiene la guerra de tarifas.
Al 31 de marzo de 2022 -último dato oficial al cierre de esta edición- el ramo Automotores (Automotores + Motovehículos) había alcanzado un volumen de producción de $ 441.545 millones (9 meses de producción, desde julio 2021). Desagregando: Automotores: $ 429.053 millones y Motovehículos: $ 12.492 millones. Comparado con marzo de 2021, cuando todavía existían las restricciones por la pandemia de Covid-19 -aunque no con la dureza de 2020, pero sí con la incertidumbre y el miedo emergente de unos meses previos preocupantes-, la prima de Automotores creció 3,4% en términos reales.
A marzo 2022, los seguros de Automotores representaron el 47% del total de la producción de seguros Patrimoniales ($ 945.861 millones) y el 40% del total del mercado ($ 1.112.349 millones).
Consultados los entrevistados sobre la evolución de la siniestralidad en Automotores, señalaron que durante el primer semestre del 2022 hubo un aceleramiento importante de la siniestralidad como consecuencia de un aumento considerable de los vehículos expuestos a riesgo, impactando no sólo en daños, sino también en robo de motos y ruedas. Este aceleramiento de la siniestralidad tiene la particularidad de las consecuencias negativas que produce la restricción de importaciones, generando escasez de vehículos y repuestos, y por ende, un incesante aumento de costos.
Adicionalmente el aceleramiento de la inflación toca los siniestros de cola larga. Se observa la normalización de la actividad judicial con actualización de los pasivos a tasas más altas que la inflación, con el agravante del aumento de límites de las coberturas de Responsabilidad Civil, sin poder acceder a rendimientos en inversiones que permitan atenuar el impacto de las actualizaciones judiciales. Este difícil escenario exige estar muy atento en la política de suscripción, administración de los siniestros y en la adecuación de los procedimientos administrativos donde el avance tecnológico puede contribuir favorablemente.
Según datos de la Circular SSN 49.338.594 sobre Vehículos Expuestos a Riesgo (VER) al 31 de diciembre de 2021, el total de vehículos expuestos a riesgo reportados al 31 de diciembre de 2021 alcanzó los 13.846.273, representando un incremento del 4,9% del parque automotor asegurado con respecto al año anterior.
Los VER no son unidades en sí mismas, sino, como lo define la SSN, “el concepto Vehículos Expuestos a Riesgo refiere a la cantidad de vehículos asegurados durante el período bajo análisis; se define como el cociente entre la suma de los días que cada vehículo tuvo su respectiva cobertura y la cantidad de días correspondientes al período analizado, en este caso 365 días”.
A diciembre 2021, los VER sumaron en automóviles 7.568.669 mientras que en las pickups tipo A y B 2.704.415, y en las motos 2.125.323. Entre los tipos de vehículos que más aumentaron en un año, se destacan las motos, que crecieron 12,1%, y las máquinas rurales, que se incrementaron 10,9%.
La salida de la pandemia ha producido una mayor insuficiencia de primas, producto de medidas que se tomaron durante la vigencia de esta por la baja siniestralidad. Esto permitió que las tarifas no se actualicen en la misma dirección que la inflación. Y actualmente, al volver a los niveles de siniestralidad prepandemia, el mercado deberá avanzar en un plan de recomposición de las primas para un mejor equilibrio técnico y económico.
La alta competencia y la inflación son dos factores que influyen en la recuperación, pero se estima que la baja de rendimientos financieros llevará al mercado a recomponer tarifas y coberturas en el corto plazo para evitar una erosión de la solvencia de las aseguradoras y del mercado en su conjunto.
El otro tema central de esta edición se refiere al avance tecnológico en el sector asegurador. Para ello consultamos a diversos especialistas sobre el rumbo de la innovación tecnológica en el mercado asegurador argentino, su evolución y las áreas más solicitadas.
Los proveedores de soluciones tecnológicas han sido protagonistas de un incremento de la demanda con el estallido de la pandemia. En la actualidad aparecen nuevas necesidades sin que ello signifique abandonar la inversión en proyectos en marcha. Ha llegado el momento de mejorar y perfeccionar implementaciones que se realizaron en una situación de emergencia.
En la opinión de algunos encuestados, la inversión tecnológica para el 2022 estará centrada en aplicaciones móviles, en la actualización del hardware, en llevar los sistemas a la nube, en seguridad, omnicanalidad, asistentes virtuales e IA, big data y actualización de ERPs.
Los mayores beneficios de la inversión en tecnología apuntan a lograr que se implementen cambios a la mayor velocidad posible, al menor costo, y de bajo riesgo. En esto, es fundamental generar productos y proyectos de negocio con los cuales las aseguradoras puedan probar, equivocarse y corregir rápidamente hasta encontrar el producto buscado. En estos modelos es fundamental que la tecnología ofrezca ese terreno de diseño, construcción y despliegue a gran velocidad y agilidad. Estas tecnologías requieren, además de nuevos modelos de trabajo y equipos interdisciplinarios, que logren ensamblar y calibrar estas tecnologías.
Una encuesta realizada recientemente por Celent a nivel mundial nos muestra que la inversión en TI por parte de aseguradoras en América Latina está dirigida hacia iniciativas que permitan apoyar el crecimiento y la retención. Un 79% de los encuestados afirman que este objetivo tiene una significativa influencia en sus planes de TI. La ciberseguridad es citada por dos tercios de los encuestados como segunda en importancia, debido a la mayor digitalización y el incremento de ciberdelitos.
La reducción de costos, un imperativo en la etapa más fuerte de restricciones por la pandemia, ha caído al séptimo lugar con solo un tercio de los encuestados indicando que este objetivo ejerce influencia significativa en sus planes. La lectura es que los ajustes de costos ya fueron ejecutados y ahora las aseguradoras buscan crecer y retener clientes en un entorno de mayores niveles de digitalización.
Esta digitalización, si bien mantiene niveles históricos en cuanto a modernización de soluciones core de seguros, verifica por primera vez en muchos años un incremento en el reemplazo de soluciones de portales y aplicaciones para uso por parte de clientes e intermediarios. En 2022 se verifica con altos niveles de reemplazo: más de la mitad de las aseguradoras están reemplazando o por comenzar a reemplazar portales.
Los mayores niveles de digitalización también implican más aplicaciones que implementar y mantener. Por ello, se observa pasar de rangos de presupuestos de TI históricos de entre 1% y 3% del primaje a un rango de entre 2% y 4%”. Interesantes conclusiones acompañan estos análisis.
Completan esta edición una amplia variedad de notas, artículos y estadísticas que permitirán evaluar la situación del mercado de seguros, además de nuestras habituales secciones de noticias nacionales, latinoamericanas e internacionales, indicadores económicos y el suplemento de legislación.
Hasta la próxima edición.
Pedro Zournadjian
Director
