Editorial de Julio 2023

Esta editorial no puede soslayar un tema de alta preocupación para el mercado asegurador argentino: las consecuencias del alcance del Decreto Nº 377 del PEN de fecha 23 de julio 2023. Esta nueva normativa, vigente desde el 24 de julio pasado, está referida a la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública.

Este decreto establece una ampliación de la aplicación del impuesto “Para una Argentina Inclusiva y Solidaria” llamado Impuesto Pais, el cual modifica la reglamentación de la Ley Nº 27.041, llamada Ley de Solidaridad Social. El decreto incluye nuevos conceptos, como por ejemplo, la aplicación del Impuesto Pais para la adquisición de divisas para la importación de determinados bienes y servicios.

Otra de las modificaciones centrales que establece la ley es que el Impuesto Pais se calculará sobre el monto total de la operatoria de compra de billetes y divisas en moneda extranjera. Esta modificación impacta las transferencias por pagos de saldos de reaseguros al exterior, que ya venían pagándose con demoras. Ahora esos pagos pendientes y futuros deberán tributar el 25% en concepto de Impuesto Pais.

Esta medida afecta directamente las finanzas de las aseguradoras y no es transferible a los reaseguradores, quienes están aguardando hace tiempo muchos de esos pagos. Otro punto que genera malestar lo constituye el hecho de que las aseguradoras y reaseguradoras estatales están exceptuadas del pago de este nuevo impuesto. Ya se comienza a hablar de la presentación de recursos de amparo a la aplicación de esta norma. El texto completo del mencionado decreto puede leerse en las páginas número 87 y 88 de esta edición.

En un año electoral y en el marco de un contexto económico complejo, con altos niveles de inflación que no ceden, más la incertidumbre cambiaria y la escasez de divisas acosada por los precios de los insumos importados, los seguros de Automóviles -uno de los temas centrales de esta edición- han manifestado cierto estancamiento en el volumen de primas y además un aumento en la siniestralidad. Esto se debe al bajo nivel de producción y venta de nuevos vehículos, y a una marcada competencia por precio en algunos segmentos con coberturas muy similares, donde la oferta de seguros para Automotores se distingue más por servicio que por el producto en sí mismo. 

En cuanto a los Motovehículos y la movilidad sustentable -que incluye bicicletas, monopatines electrónicos, entre otros-, luego de cierto freno en el crecimiento, ahora vuelve a crecer con una evolución favorable del orden del 20% en términos reales durante 2023, alcanzando un pico estacional en los meses de verano.

Esto se debe al aumento de la movilidad durante las vacaciones y a los viajes en temporada alta. Además, se ha observado un crecimiento anual aproximado del 10% en los riesgos vigentes de Motovehículos asegurados. Al mismo tiempo, el volumen de primas del ramo se ha ajustado para acompañar la evolución de la inflación, asegurando una cobertura adecuada para los asegurados y la sustentabilidad de la actividad aseguradora.

A diciembre 2022, los seguros de Automotores representaban el 40,87% del total de la producción del mercado, mientras que los Motovehículos alcanzaban el 1,40% del total del mercado.

La siniestralidad en Automotores y Motovehículos sigue en aumento, mientras que el parque de motos estimado en más de 7 millones de unidades sigue creciendo, pero solo 2 millones cuenta con seguro. Las trabas a la importación de autopartes complican las reparaciones y aumentan sustancialmente los robos, mientras continúan los inconvenientes con el servicio de asistencia de remolque y mecánica de Automóviles. Todo este combo aumenta, especialmente en este último ramo, la insuficiencia de prima y no detiene la guerra de tarifas al ser el sector de mayor volumen de primas.

Consultados los entrevistados sobre la evolución de la siniestralidad en Automotores, señalaron que durante el primer semestre del 2023 hubo un aceleramiento importante de la siniestralidad como consecuencia de un aumento considerable de los vehículos expuestos a riesgo, impactando no sólo en daños, sino también en robo de motos, en particular las de baja cilindrada, y ruedas. A este aceleramiento de la siniestralidad se le suma las consecuencias negativas que produce la restricción de importaciones, generando escasez de vehículos y repuestos, y por ende, un incesante aumento de costos. 

Adicionalmente, el aceleramiento de la inflación toca los siniestros de cola larga. Se observa la normalización de la actividad judicial con actualización de los pasivos a tasas más altas que la inflación, con el agravante del aumento de límites de las coberturas de Responsabilidad Civil, sin poder acceder a rendimientos en inversiones que permitan atenuar el impacto de las actualizaciones judiciales. Este difícil escenario exige estar muy atento en la política de suscripción, administración de los siniestros y en la adecuación de los procedimientos administrativos donde el avance tecnológico puede contribuir favorablemente.

Es importante conocer la medida de los VER (Vehículos Expuestos a Riesgo). El concepto refiere a la cantidad de vehículos asegurados durante el período bajo análisis. Se define como el cociente entre la suma de los días que cada vehículo tuvo su respectiva cobertura y la cantidad de días correspondientes al período analizado, en este caso 365 días. Esta información la suele compilar la SSN.

A diciembre 2021, los VER sumaron en automóviles  7.568.669 mientras que en las pickups tipo A y B 2.704.415 y 2.125.323 en motos. Entre los tipos de vehículos que más aumentaron en un año, se destacan las motos, que crecieron 12,1%, y las máquinas rurales, que se incrementaron 10,9%.

La alta competencia y la inflación son dos factores que perjudican la recuperación tarifaria tan necesaria en las actuales circunstancias, pero se estima que los deficientes resultados y los bajos rendimientos financieros llevarán al mercado a recomponer tarifas y coberturas en el corto plazo para evitar una erosión de la solvencia de las aseguradoras y del mercado en su conjunto.

La falta de conciencia aseguradora por parte de la sociedad es un factor también determinante. Muchas personas no comprenden la importancia de tener un seguro y los riesgos financieros a los que se exponen en caso de un accidente.

Sin embargo, también existe una relación directa entre la exigencia del cumplimiento de la obligatoriedad del seguro por parte de las direcciones de tránsito jurisdiccional y la contratación de este tipo de coberturas. A medida que aumenten los controles y las sanciones por circular sin seguro, es más probable que los propietarios de motocicletas adquieran una póliza.

En lugares donde no hay un control adecuado de tránsito, se ha observado un alto número de motocicletas circulando sin registrar y careciendo de la documentación necesaria para la contratación de un seguro. Esto plantea un desafío para las autoridades de tránsito en términos de implementación de mecanismos más efectivos para garantizar el cumplimiento de las normas de seguro obligatorio. Además, es importante considerar iniciativas educativas y de concientización para fomentar una cultura aseguradora y promover la importancia de la protección tanto para los conductores de autos y motocicletas como para terceros involucrados en posibles accidentes. Abordar estos desafíos requerirá esfuerzos conjuntos de las autoridades y la sociedad en general.

El otro tema de esta edición refiere al avance tecnológico, con la incorporación de las Insurtech en el sector asegurador. Para ello consultamos a diversos especialistas sobre el rumbo de la innovación tecnológica en el mercado asegurador argentino.

completan esta edición una amplia variedad de notas, artículos y estadísticas que permitirán evaluar la situación del mercado de seguros, además de nuestras habituales secciones de noticias nacionales, latinoamericanas e internacionales, indicadores económicos y el suplemento de legislación.  

Hasta la próxima edición. 

Pedro Zournadjian
Director